Cintas de correr
Las cintas de correr son aparatos muy utilizados en el mundo fitness. Como su nombre lo indica, se trata de una cinta sobre la que se puede caminar o correr sin avanzar en el espacio, y es equivalente a una bicicleta estática, una bicicleta de Spinning o los rodillos para bicicletas. A la venta podemos encontrar una gran cantidad de modelos de cintas de correr, ideados tanto para el entrenamiento en casa como en el gimnasio, y que se diferencian con respecto a la tecnología, el método de funcionamiento, el diseño y los materiales. El espacio que tenemos a disposición influye en la elección de la cinta, pues se piensa que, además de ser costosa, también tiene siempre un gran tamaño. En realidad, existen cintas de correr con dimensiones reducidas o plegables, lo cual permite que todos podamos realizar un entrenamiento completo, cómodo y seguro incluso en los espacios más pequeños y obtener siempre excelentes resultados. Y para aquellos que no quieren renunciar a la dosis diaria de correr, incluso en la oficina, existen las innovadoras Walking pad. Se trata de una plataforma con motor que se desliza bajo nuestros pies con diferentes intensidades, extremadamente manejable, ya que es muy compacta, no dispone de agarraderas y está prácticamente a ras de suelo.
Cintas de correr: los modelos disponibles en el mercado
Por lo general, todos los modelos de cintas de correr están estudiados para satisfacer las más distintas necesidades de peso y estatura. Incluso los modelos menos profesionales, que se utilizan en las casas, se crean respetando criterios específicos, de forma tal que satisfagan determinadas necesidades. Antes de comprar estos aparatos es importante tener en cuenta que la cinta deberá contar con características específicas y adaptarse a las necesidades del usuario. Podemos decir que, por lo general, para un corredor con una estatura entre 150/170 cm, la velocidad de la cinta de correr deberá ser, como máximo 14-20 km/h, y que la longitud de la cinta deberá ser de 135 a 145 cm. En cambio, para una estatura entre 170/190 cm, la velocidad deberá ser como máximo 22 km/h y la longitud de la cinta al menos 140/150 cm. Lo mismo vale para el ancho de la cinta, pues mientras más ancha sea mayor será la estabilidad que se tendrá al correr encima de esta máquina. La superficie de carrera, que incluye tanto la cinta como el espacio entre las bandas laterales, debe ser suficientemente ancha para garantizar la estabilidad incluso cuando se aumenta la velocidad. Otra característica importante de las cintas de correr, sobre todo de las destinadas al uso doméstico, es la posibilidad de cerrarlas. Como es lógico, todas las cintas se pueden cerrar, pero algunos modelos permiten un cierre mucho mayor. En lo específico, las cintas de correr ultracompactas pueden cerrarse ocupando solo 28 cm. Esta característica permite colocarlas entre la pared y el armario o incluso debajo de la cama.
Motor, rodillos e inclinación eléctrica de la cinta de correr
La gran cantidad de modelos de cintas de correr disponibles en el mercado facilita su elección en función de nuestras necesidades, y ofrece máquinas con mayor o menor potencia. Por lo general, los modelos para uso doméstico tienen motores con corriente continua, mientras que los de los gimnasios modernos pueden estar alimentados por corriente alterna. Además, muchas máquinas modernas tienen un sistema de ventilación automático que permite disminuir la temperatura del motor, lo cual elimina, al menos de manera parcial, el problema del sobrecalentamiento.
Estas máquinas están equipadas con un sistema de rodillos que garantiza el deslizamiento correcto y, a través de la energía eléctrica, permite mover la cinta y determinar su inclinación. Además, estos rodillos deberán garantizar una eficiencia constante y ser capaces de ofrecer un movimiento fluido.
Por último, las cintas de correr modernas ofrecen una gran cantidad de soluciones tecnológicas que hacen que los entrenamientos sean más seguros, divertidos y eficaces. El ajuste de la velocidad y la inclinación permite modular el esfuerzo y adaptarlo a las capacidades individuales, así como a los avances en el entrenamiento. Casi todas las cintas de correr también están equipadas con una interfaz computarizada, con la que se pueden tener bajo control los distintos parámetros relacionados con el entrenamiento, como la distancia recorrida, la velocidad, las calorías quemadas y la frecuencia cardíaca.
Cintas de correr eléctricas y magnéticas
Las cintas de correr se dividen en dos categorías principales: las cintas de correr eléctricas y las cintas de correr magnéticas. El primer tipo aprovecha la energía eléctrica para activar la cinta. En cambio, el segundo tipo aprovecha el movimiento que el corredor da a la cinta, y la velocidad de la cinta está influenciada por dos imanes que se alejan o acercan en función de la configuración que realiza el usuario en el panel de mandos. Por lo general, este producto es ideal para quienes quieren realizar entrenamientos de caminata o caminata rápida, sin ajustar la inclinación.
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