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Complemento indispensable en el mobiliario de toda cocina, el horno es el electrodoméstico por antonomasia con el que se pueden cocinar los platos más sabrosos y escenográficos, además de ser sumamente versátil y funcional. Para una cocina práctica pero que no renuncia a la calidad de la comida, el horno es una herramienta indispensable. Se necesita poco espacio para instalarlo y se integra perfectamente con el resto del mobiliario. Puede colocarse en el hueco debajo de la placa o en columna. La primera solución permite un mayor ahorro de espacio y resulta muy cómoda si se quiere tenerlo todo al alcance de la mano sin tener que desplazarse mientras se está cocinando. En cambio, el horno en columna se coloca en un hueco diferente respecto a la placa, y por tanto resulta más fácil de manejar y también más seguro.
Antes de elegir el tipo de horno que se quiere instalar en la cocina, en primer lugar hay que sopesar si es preferible un horno a gas o un horno eléctrico. Mientras que el primero funciona con gas natural y además de permitir un considerable ahorro de energía eléctrica garantiza una perfecta cocción, el segundo presenta diversas funciones accesorias que optimizan tiempos y formas de cocción, y además puede colocarse libremente dentro de la cocina. La ausencia de fuego verdadero lo hace más seguro que el de gas, aunque los gastos no son tan limitados, ya que un modelo de horno ventilado puede gastar mucha más corriente eléctrica, aunque por otro lado es capaz de garantizar una mayor estabilidad de la temperatura y, por tanto, una cocción más uniforme de los alimentos.
Los modelos de hornos modernos comercializados hoy en día a menudo están dotados de sistemas de limpieza que aprovechan la pirólisis, un proceso químico de descomposición de la materia orgánica mediante la aplicación de calor. Por tanto, en los hornos pirolíticos la suciedad y las grasas presentes se queman directamente, sin necesidad de usar detergentes ni productos de limpieza.
Cada vez más tecnológicos, los hornos empotrados requieren menos espacio con respecto a los modelos de libre instalación, y por tanto son la tipología de uso más corriente. Además del aspecto funcional y práctico, una solución de este tipo le garantiza a la cocina un aspecto más ordenado y estilísticamente coherente. En función de las necesidades de cada cual, es posible elegir entre modelos eléctricos, a gas o de leña, o bien optar por tipologías con más extras, como los hornos multifunción con vapor.
Entre las muchas funciones disponibles en el horno eléctrico, las principales son la cocción estática y la ventilada (por convección). Mientras que la cocción estática es lenta y menos uniforme con respecto al horno ventilado, pero es más delicada y permite que los alimentos que lo necesiten suban correctamente, la ventilada es rápida y cuece de manera uniforme gracias al flujo de aire que difunde el calor.
En cambio, los hornos que combinan las funciones de horno eléctrico ventilado con las de horno microondas con grill tienen un buen rendimiento en la cocción tradicional con aire caliente y brindan la posibilidad de aumentar la eficiencia y reducir el tiempo y el consumo.
Luego están los hornos combinados, que combinan la cocción normal por convección con la función de cocción a vapor, y por tanto permiten efectuar ciclos de cocción especiales y específicos.
La amplia gama de modelos, desde los sencillos hornos estáticos hasta los modelos de hornos multifunción ventilados o termoventilados, satisface todas las necesidades, tanto desde el punto de vista funcional como estético.
Se trata de un electrodoméstico moderno, fácil de usar y a menudo dotado de funciones avanzadas. Sistema de autolimpieza, doble horno, muchas modalidades de cocción y conectividad Wi-Fi: esto es lo que es capaz de ofrecer un horno eléctrico de última generación.
Electrodomésticos únicos capaces de conjugar perfectamente materiales diferentes, como el acero inoxidable, el latón, el vidrio y las superficies esmaltadas, los hornos suman a las funciones tradicionales las tecnologías más innovadoras. Sin embargo, es preciso tener en cuenta otros elementos importantes: la valoración del espacio y del tamaño, así como del tipo de puerta y de empotrado.
En las cocinas de estilo clásico, el horno suele colocarse debajo de los fogones, donde es más cómodo instalar conexiones, tuberías e instalaciones. Si se dispone de un espacio reducido, esta sigue siendo la solución más práctica y fácil de manejar.
En cambio, si se dispone de un espacio más amplio, donde se puede diseñar una cocina dotada de todas las comodidades, el horno puede instalarse en una posición diferente, de manera que pueda conjugar funcionalidad y estética. En el diseño moderno es normal hablar de electrodomésticos en columna. Si el horno se instala en esta modalidad, es preciso recordar que no hay que colocarlo a menos de 100/110 cm del suelo, de manera que resulte práctico de usar y no constituya un peligro para los más pequeños.
En cuanto al tipo de puerta, la apertura tradicional del horno es la vertical, de arriba a abajo, con el tirador situado en la parte superior de la puerta. Sin embargo, también existen soluciones con apertura lateral, que permiten decidir dónde colocar el horno con más libertad.
Otro elemento a tener en cuenta es sin duda el panel de control. Los hornos más modernos están dotados de un panel de control digital, donde hay una pantalla con pulsantes o mandos dedicados a las diversas funciones. Los modelos de hornos con pantalla táctil, además de resultar estéticamente más atractivos, a menudo conllevan la posibilidad de regular de forma más detallada las diversas funciones de personalización de los programas de cocción.
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