Inodoros

El WC, sigla del inglés “Water Closet”, más corrientemente llamado “wáter”, es una taza, por lo general de cerámica, resina y a veces de acero, dotada de asiento y conectada a una toma de agua mediante un sifón lleno de agua, cuya función es impedir que los olores vuelvan a la superficie. Actualmente es el dispositivo higiénico doméstico más empleado, indispensable en cualquier casa. Está disponible en un montón de variantes, desde los modelos de diseño más clásico hasta los más innovadores, de impronta futurista y moderna.

Inodoros suspendidos o de suelo: una cuestión de estilo y funcionalidad

Tradicionalmente, el inodoro se fijaba en el suelo. Sólido y resistente, el inodoro de suelo, que ahora forma parte concretamente de la categoría de los inodoros de estilo clásico, es voluminoso y poco práctico desde el punto de vista de la limpieza. Por ello, a raíz de la transformación del espacio moderno, la elección se inclina cada vez más a menudo por los inodoros suspendidos, que crean en el cuarto de baño un efecto óptico de ligereza y le dan un toque auténticamente contemporáneo. Sobre todo en los baños pequeños el inodoro suspendido es la elección ideal, ya que el espacio entre los sanitarios y el suelo crea una percepción de mayor espacio y funcionalidad. Esta tipología de inodoros permite decir adiós a las tuberías de desagüe vistas, elementos molestos en un espacio que ya es parte integrante de una vida y una decoración con estilo.

El estilo del inodoro: no solo funcionalidad

Los sanitarios son los protagonistas absolutos del cuarto de baño, que le añade un toque de diseño a nuestra casa. El inodoro, no solo funcional, ha sido objeto de continuas experimentaciones estilísticas y reinterpretaciones en clave moderna que han llevado a idear modelos de inodoros de diseño moderno que juegan con combinaciones de formas, colores y materiales. Desde los modelos suspendidos hasta los más convencionales de suelo, el wáter ha perdido su aspecto tradicional y se proponen nuevas formas y productos de materiales innovadores que se integran en su entorno, contribuyendo al éxito del estilo decorativo. Es más, la mayoría de las veces es precisamente el inodoro el verdadero protagonista del baño, decorándolo con colores inusuales y acabados cromados.

La alternativa de los inodoros adosados a pared

Últimamente se está difundiendo también un nuevo tipo de sanitario que supone una variante intermedia entre los inodoros de suelo y los suspendidos: los inodoros adosados a pared. Los sanitarios adosados a pared le confieren un toque de elegancia al cuarto de baño: nada de desagradables tuberías vistas, sino volúmenes compactos y sinuosos que lo esconden todo, además de ser ergonómicos y cómodos de usar. Elegantes y homogéneos, los sanitarios adosados a pared permiten instalar los sistemas de desagüe tanto en la pared como en el suelo, quedando así ocultos en todo caso por el cuerpo del propio inodoro, que queda completamente adosado a la pared. Esto evita que haya espacios abiertos y difíciles de alcanzar donde suelen depositarse el polvo y las bacterias. Un componente esencial del inodoro es la cisterna de descarga, que puede ser a la vista o empotrada. La cisterna puede ser exenta o de mochila en el caso de los inodoros completos, o colocada más arriba. La cisterna empotrada es sin duda la solución más corriente hoy en día, ya que resulta más práctica y ofrece un acabado más limpio.

La innovación de los inodoros sin reborde

Un elemento innovador en los sanitarios de baño es la eliminación del reborde. Los inodoros de borde abierto son productos de diseño modernos e innovadores, y cada vez se incluyen más en proyectos de decoración de baño contemporáneos. El reborde es el borde del inodoro, o sea, la cavidad a través de la cual fluye el agua de descarga, y por su conformación es un punto muy difícil de limpiar e higienizar. De hecho, el reborde es el elemento más engorroso a la hora de limpiar el inodoro. Los inodoros sin reborde garantizan una limpieza y mantenimiento fáciles gracias al lavado integral del interior de la taza, ya que el agua se reparte por la taza de forma simétrica, limpiando todas sus partes. Los chorros, dosificados y enérgicos, junto con la forma original de la taza, permiten una limpieza total y uniforme de la misma, eliminando la posibilidad de que se convierta en un foco de gérmenes. Además, la estructura característica de estos productos permite optimizar el consumo de agua, ya que la taza puede lavarse por completo con tan solo 3 o 4,5 litros de agua.

Los sanitarios y la tecnología del inodoro

El sector tecnológico también ha llegado al cuarto de baño. La búsqueda de una mayor funcionalidad, junto con el confort y el bienestar, han llevado y siguen llevando a incorporar la tecnología incluso a un espacio más esencial, funcional e íntimo como el baño. Los inodoros con triturador incorporado, por ejemplo, permiten transformar cualquier lugar en un segundo baño, reduciendo al máximo las obras de albañilería y con un ahorro de agua considerable. Además de los inodoros con ducha perineal, que añade la función del bidé al inodoro, o las tapas con cierre amortiguado, existen varios modelos de sanitarios con extras muy innovadores. Entre las características actuales más revolucionarias, podemos encontrar funciones de secado con temperatura regulable, sistemas de eliminación de malos olores, mandos a distancia para programar los diferentes sistemas de descarga, posibilidad de regular la temperatura del agua, chorros de masaje u oscilantes. También tenemos elementos de iluminación personalizable, mecanismos de apertura automática por medio de sensores que detectan la proximidad de una persona, etc. En definitiva, hoy en día hay un montón de extras y accesorios más o menos tecnológicos que se integran en un elemento tan histórico y tradicional como el inodoro.

La elección del inodoro

Como ya hemos visto, hay muchos de tipos de sanitarios, pero, ¿cómo elegir el adecuado para nuestro cuarto de baño? Hay que sopesar atentamente la elección y deben tenerse en cuenta algunos elementos imprescindibles: en primer lugar, la posición de la columna de desagüe es fundamental para entender hasta dónde pueden desplazarse o colocarse los elementos (es indispensable consultar con un fontanero de confianza); también hay que considerar la distancia adecuada entre el inodoro y las paredes laterales y entre el inodoro y el bidé (unos 20 cm), y dejar un espacio delantero que permita moverse cómodamente (unos 60 cm); finalmente, es importante elegir una estética que armonice con los revestimientos y posea la impronta estilística que deseamos para nuestro cuarto de baño. Como ya hemos visto, la decisión de instalar el inodoro suspendido, adosado a pared o de pie depende de la conformación y el estilo del cuarto de baño, pero también del tipo de obras de fontanería y albañilería que se quieran afrontar. En el caso de reformas, para pasar de la instalación de suelo a la suspendida habrá que hacer una gran obra para modificar la posición del desagüe, mientras que la instalación adosada a pared permitiría optar por ambos tipos de instalación, manteniendo la misma estética depurada y compacta. Además, existen modelos ahorra espacio que gracias a su reducida profundidad permiten crear un baño incluso en espacios más angostos. Una vez tomadas estas decisiones, se puede pasar a la parte estrictamente tecnológica y estética: los extras, la forma, el material y el color. De hecho, se están utilizando cada vez más los sanitarios de colores inusuales. ... Más ... Menos

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