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La inserción de paneles decorativos acústicos en estancias interiores permite mejorar su funcionalidad y renovar su aspecto sin realizar grandes obras estructurales. Hacer que una habitación sea habitable desde el punto de vista acústico y reducir al máximo la intensidad del sonido, evitando su difusión, significa, de hecho, haber conseguido que la habitación sea acústicamente eficiente. Hoy en día, esta solución es cada vez más sencilla de aplicar, estéticamente agradable y, por tanto, muy utilizada.
El principal uso de los paneles acústicos es mejorar la acústica interior de una estancia y el bienestar de las personas que viven o trabajan en ella, que pueden beneficiarse enormemente de la instalación de elementos fonoabsorbentes. El término absorción acústica de un material se refiere a su capacidad para absorber la energía sonora emitida, para reducir y anular la reflexión del sonido en las paredes. Los paneles fonoabsorbentes pueden ser útiles y fáciles de colocar en diversos entornos, desde viviendas particulares a oficinas, pasando por lugares públicos como restaurantes y bares, salas de reuniones, salas de conferencias, auditorios y teatros. La absorción acústica puede producirse de diferentes maneras: por porosidad, cuando el aire vibrante queda atrapado en el material poroso; por resonancia de membrana, cuando se interpone un espacio entre la pared y el material fonoabsorbente; por resonancia de cavidad, cuando el sonido se absorbe a través de agujeros o grietas creados en el material fonoabsorbente.
Los materiales utilizados para fabricar paneles acústicos pueden ser de lo más diverso: de baja densidad y esponjosos, como la espuma, o compactos con agujeros o rendijas, como la madera y el metal, o revestidos de tela, fácilmente versátiles y adaptables a diversos tipos de entorno. Entrando más en detalle, encontramos que la capacidad del panel acústico metálico para absorber el sonido depende sobre todo de la anchura de los orificios de la superficie, ya que en su interior encontramos una esterilla de fibra de poliéster; los paneles acústicos de madera, bajo la capa exterior perforada, tienen fibra de poliéster; el panel acústico de tela está fabricado con material ligero y proporciona menos aislamiento, pero es fácilmente adaptable al entorno; por último, los paneles acústicos de espuma son los que tienen mayor capacidad aislante. También es importante la atención prestada a los materiales reciclados, como los restos de tela procedentes de la producción de tapicerías, los tapones de aluminio y las botellas recicladas, que confieren a estos elementos de diseño un aire decididamente ecológico. Al igual que los materiales, las formas de los paneles también pueden ser completamente diferentes: con superficie lisa, ondulada o piramidal. Estas últimas están diseñadas para aumentar la superficie del panel con el fin de aplicar propiedades fonoabsorbentes.
Los paneles fonoabsorbentes constan de dos partes: la parte exterior, que puede ser de distintos materiales y tiene la función estética principal, y la parte interior, rellena de materiales con capacidad de absorción acústica. Cada panel se compone de refinados elementos de diseño estudiados hasta el más mínimo detalle para garantizar el confort acústico combinado con una estética agradable, con diferentes soluciones que se adaptan a cada tipo de ambiente. Hay bafles acústicos como los bafles acústicos, que ofrecen una solución opcional para techos abiertos, espacios en los que es necesario garantizar el intercambio de aire con techos refrigerantes o un fácil acceso a los servicios del edificio. También hay paneles instalables en techos y paredes con un diseño sencillo y minimalista que proporcionan la solución ideal para techos de alto rendimiento. Estos productos están creados para garantizar el confort acústico y la perfecta integración con luminarias y accesorios, y contribuyen a definir la combinación perfecta de funcionalidad y diseño. Dentro del panorama de los paneles acústicos suspendidos también encontramos las islas acústicas, un dispositivo compuesto por varios paneles fonoabsorbentes suspendidos, que contribuyen a corregir la acústica de un entorno determinado. El término «islas» hace referencia al carácter flotante de estos paneles, que pueden fijarse a la pared o al techo mediante cables de acero o imanes. También existen islas acústicas fabricadas con tejidos fonoabsorbentes de estructura tridimensional, cuya textura permite que los paneles absorban las ondas sonoras con mayor eficacia que los tejidos planos.
Un panel acústico suspendido es un elemento fonoabsorbente que se aplica a los techos, que puede estar fabricado con distintos materiales y tener diferentes tamaños, colores y formas. El objetivo de los paneles acústicos es recoger y atrapar el sonido a través de elementos de diseño, reduciendo la contaminación acústica dentro de un espacio cerrado.
Los paneles acústicos suspendidos se caracterizan por su gran flexibilidad. En primer lugar, es posible adoptar soluciones únicas que permiten personalizar al máximo las estancias. Además, un solo producto permite intervenir en la arquitectura del ambiente en dos direcciones: la de la mejora del campo acústico y la del diseño. La flexibilidad de los componentes utilizados también permite crear techos pensados para las exigencias más variadas y diferenciar visualmente las distintas zonas de una misma estancia.
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