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El pavimento es el elemento que más influye en el resultado estético de un proyecto de construcción o reforma. La opción más común suele ser el pavimento de gres porcelánico, ya que se trata de un material muy compacto y resistente. Las baldosas de gres porcelánico se componen de una pasta blanca proveniente de arcilla muy refinada y de elevada pureza que se obtiene al prensar en seco diferentes sustancias, como arcilla, arena, gravilla, feldespato o minerales. Por tanto, además del efecto estético que permite crear, un pavimento de gres porcelánico garantiza también calidad y resistencia.
Además de los pavimentos de gres porcelánico, también encontraremos a la venta pavimentos de barro cocido, pavimentos de pizarra, pavimentos de resina, pavimentos de PVC y pavimentos de mármol. Y todos estos materiales los tendrás a disposición tanto en la variante para interiores como para exteriores. El PVC es un material termoplástico de origen principalmente natural. Gracias a su versatilidad y a su poder de aislante térmico, es uno de los materiales más adecuados para revestir una superficie. Existen varios tipos de pavimentos de PVC o vinílicos, entre los que encontramos el pavimento de PVC encastrable, el pavimento autoadhesivo, el pavimento para encolar y el pavimento sobreelevado. Por su lado, el pavimento de barro cocido, aunque se utiliza principalmente para las cocinas, cuando se coloca como revestimiento de exteriores (por ejemplo, en un jardín) crea un contraste con la vegetación que permite exaltar el color verde circundante. En cambio, el material cerámico garantiza luminosidad. Esto se debe a las típicas vetas de este material que, según su tipo y color, dan al ambiente distintos tonos de luz. Por ejemplo, si el mármol se acerca a los tonos del crema, rojo y rosa, hace que el ambiente parezca más cálido, mientras que los tonos azules, blancos y oscuros dan al espacio un aspecto más frío. De ahí que un pavimento de mármol sea ideal para un estilo de decoración más tradicional.
Elegir un revestimiento de gres permite reproducir toda una serie de efectos que imitan a la perfección distintos tipos de materiales. Es por esto que al elegir un pavimento imitación madera se puede reproducir el efecto típico del parqué, imitando sus vetas y colores. Lo mismo sucede con un pavimento imitación piedra que da a los ambientes un aspecto rústico y un carácter antiguo. También existen pavimentos imitación cemento que hacen que las superficies luzcan opacas y suaves al tacto. Este tipo de pavimento es adecuado para un estilo de decoración moderno. Y gracias a su versatilidad y resistencia, el gres porcelánico es adecuado también como revestimiento de pavimentos exteriores. También en este caso existen muchas opciones y es muy fácil encontrar la solución ideal sea cual sea el espacio de exterior que se quiere revestir.
El gres porcelánico es un material cerámico y, como tal, debe su éxito a las altas prestaciones, y a la facilidad de mantenimiento y limpieza que lo caracterizan. De cualquier manera, se deben seguir determinadas medidas para protegerlo contra posibles daños y para mantener inalteradas sus cualidades y características con el paso del tiempo. Las operaciones de limpieza de este material son de dos tipos. La limpieza diaria, que es una sencilla limpieza del pavimento para eliminar la suciedad común, y la limpieza que se realiza después de su colocación, para quitar del pavimento los residuos de mortero y cola. La limpieza de final de colocación se tiene que realizar apenas se termine la obra para cualquier tipo de gres porcelánico y cerámica. Mientras que para la limpieza diaria, se deben diluir detergentes y desengrasantes en agua caliente. En este caso no son aconsejables los produc
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