Guardar en:
-
{{wishlist.Name}}{{wishlist.Name}}{{sublist.Name}}{{wishlist.Name}}
- Add a new Project
Elegir los pavimentos de exterior correctamente hace que los espacios al aire libre sean más vivibles, ya que permiten construir caminos, entradas y revestimientos para terrazas y porches. Cuando se eligen los pavimentos de exterior se deben tener en cuenta el destino de uso, la conformación del suelo y el contexto climático. Los pavimentos de exterior se tratan específicamente para soportar la acción de la intemperie y los cambios de temperatura, pero este no es el único aspecto que se debe tener en cuenta, ya que las especificaciones técnicas pueden variar en función del destino de uso y de la zona climática. Las baldosas para revestir balcones, terrazas y porches deben ser resistentes a la intemperie, los mohos, las manchas, los esfuerzos mecánicos, ser antideslizante y absorber poco el agua. Los pavimentos destinados a las áreas transitables se caracterizan por una alta resistencia a las cargas y al desgaste, y tienen una superficie porosa y rugosa, para permitir que el agua drene y evitar deslizamientos peligrosos. En cambio, las baldosas para construir caminos para jardín tendrán una resistencia menor con respecto a las utilizadas para las zonas transitables, pero deberán ser capaces de adaptarse a la morfología del terreno.
Una vez establecidas las características técnicas del pavimento de exterior, el diseñador se ocupará de elegir materiales, acabados y sistema de colocación. Entre los materiales más utilizados tenemos el gres porcelánico, cada vez más común gracias a su alta resistencia, calidad de los acabados, versatilidad y a la gran cantidad de formatos disponibles. Con el gres porcelánico se pueden crear pavimentos en continuidad con los interiores y las fachadas y con un excelente impacto estético. Además, gracias a la gran cantidad de texturas naturales y patrones de diseño disponibles, este material hace que los diseñadores puedan ofrecer soluciones creativas sin todos esos vínculos que los otros materiales conllevan. Por su lado, los pavimentos de cerámica, más delicados pero con un gran encanto, son ideales para revestir balcones, terrazas y porches, mientras que los revestimientos de piedra tienen un aspecto natural, tanto al tacto como a la vista, y son ideales para pavimentar una parte del jardín, patios, caminos y entradas. La piedra natural se puede utilizar en forma de placas, adoquines, cantos rodados o baldosas, ideales para crear mosaicos o patrones geométricos de gran impacto estético. Por último, las tarimas de exterior se han convertido en una solución de tendencia. Se trata de una pavimentación de exterior peculiar en el que se utilizan tipos de maderas que, por su naturaleza, son resistentes a mohos y bacterias. De esta manera, se crea un parqué de exterior resistente a las causas más comunes de deterioro de la madera. A menudo, la madera se somete a un tratamiento térmico a altas temperaturas para que sea resistente a la acción del agua y de los agentes atmosféricos. Por esta razón, las tarimas son extremadamente resistentes y se utilizan para crear caminos, pasarelas, dársenas y pavimentos alrededor de la piscina.
Por último, a la hora de elegir el pavimento de exterior es fundamental tener en cuenta el tipo de colocación. En este caso, se puede elegir entre la colocación con colas o el montaje en seco, en función del destino de uso y de las características del terreno. La colocación con mortero o cola es indicada para los revestimientos de balcones, terrazas, porches y para todas las áreas que necesitan tener un alto nivel de impermeabilidad. En este caso, además de las placas, se pueden utilizar los pavimentos continuos de exteriores, con los que se pueden realizar superficies homogéneas, gracias a la ausencia de juntas. Son idóneos para cualquier destino de uso, desde la terraza hasta las superficies transitables, y se realizan utilizando distintos materiales, que van desde el cemento hasta la piedra natural, las resinas y la cerámica. En cambio, el montaje en seco, es decir, sin colas o morteros, es más rápido y económico, sobre todo si la solución elegida no requiere la realización del solado, como en la colocación sobre gravilla, arena o hierba. Los suelos sobreelevados para exteriores representan una solución flexible, rápida y práctica, ideal para proyectos de reformas o para construcciones nuevas. Las placas se apoyan en soportes autonivelantes especiales y la cavidad que se crea puede alojar las instalaciones, además de aumentar el aislamiento térmico y proteger el revestimiento impermeabilizante en las terrazas. Los pavimentos sobreelevados se realizan, sobre todo, en gres porcelánico, hierba sintética y vidrio. Por su lado, los adoquines son ideales, sobre todo, para revestir superficies transitables, caminos y patios, ya que son muy resistentes a las cargas y los agentes atmosféricos. Los adoquines pueden fabricarse con materiales de cemento, piedra natural o materiales cerámicos, como terracota y ladrillo. La gravilla, ideal para revestir paseos y caminos, patios y jardines, es uno de los pavimentos más utilizados para el montaje en seco. Este producto, que estaba muy de moda hace algunos años, es relativamente económico y da un toque de elegancia un poco retro a los exteriores. Para un resultado impecable, es recomendable utilizar los enrejados que contribuyen a estabilizar el terreno y a compactar la gravilla. Por su lado, los céspedes sintéticos, un tiempo considerados una alternativa económica, ahora se realizan con materiales de primera calidad, son duraderos, resistentes y semejantes a un césped de hierba natural. Son adecuados para revestir terrenos de juego, zonas de piscinas, terrazas y balcones y zonas al aire libre de locales públicos. Por último, para una elección ecológica, se pueden utilizar las rejillas para césped, con sus numerosas ventajas. Además de estabilizar mejor el terreno, la superficie de hierba evita que el agua se estanque, reduce la radiación y el calor y necesita poco mantenimiento con respecto a un césped tradicional. Las rejillas se pueden realizar en cemento para aparcamientos, aceras, paseos y áreas transitables, o de plástico para céspedes, jardines colgantes y paredes verticales.
Tu historial de búsqueda Borrar
O prueba uno de los ejemplos a continuación