Revestimientos de pared

Existen muchos tipos de revestimientos de pared, entre los que podemos encontrar los de gres porcelánico para interiores imitación piedra, de cerámica blanca, con texturas y con esmaltes ecológicos. Como es lógico, esta gran variedad nos dará la posibilidad de elegir el más adecuado para cada estancia de la casa, en función del estilo que hayamos decidido seguir. Comencemos por el baño, donde las baldosas de cerámica con tonos pastel permiten jugar con los colores de los materiales. Sigamos entonces con el revestimiento de las paredes de la cocina y el salón, donde va muy de moda atreverse con revestimientos de gres imitación piedra. No es necesario revestir una gran superficie, a veces es suficiente con embellecer solo una parte de este ambiente con el revestimiento para paredes que se convertirá así en un verdadero elemento de decoración. Además, con los revestimientos de pared también pueden crearse armarios que permiten aprovechar las paredes en este sentido.
Por si esto fuera poco, los revestimientos de pared no solo tienen una función estética, sino que ayudan también a proteger las paredes. En este sentido, es determinante el material que se elige para el revestimiento. En efecto, algunos materiales ejercen mejor la función de protección contra la humedad y las infiltraciones, gracias a sus capacidades de impermeabilidad y aislamiento térmico, mientras que otros son muy eficaces para potenciar el aislamiento acústico de las paredes. Por tanto, es importante tener en cuenta que elegir el revestimiento de una superficie de casa es una operación sencilla y a la vez compleja.

Revestimientos de cerámica, gres porcelánico y cemento

La cerámica, resistente a los daños químicos, biológicos y mecánicos, siempre se ha utilizado para la producción de baldosas con una marcada capacidad decorativa. En función de la resistencia del material se pueden distinguir varios tipos de productos, entre los que tenemos el gres porcelánico. Los revestimientos de gres se encuentran entre los más utilizados para el diseño de interiores, ya que logran conjugar varias características, como la alta resistencia a los agentes químicos y los golpes, la facilidad de limpieza, el gran rendimiento estético, la resistencia a la humedad y la gran variedad de efectos, colores y acabados. Los revestimientos de gres logran reproducir fielmente cualquier tipo de material. Solo por citar algunos ejemplos, tenemos las baldosas imitación mármol, los revestimientos imitación madera o imitación piedra que, a pesar de su cambio de aspecto, conservan su funcionalidad típica y sus puntos de fuerza. El uso del cemento como material de acabado a la vista tiene el objetivo de dejar al descubierto los materiales estructurales, reconociendo su valor estético. El hormigón es muy fácil de trabajar y permite realizar formas libres en el espacio, además de dar un aspecto moderno y tecnológico. Por su lado, las resinas de cemento se deben nivelar y alisar después de su colocación. Se trata del material ideal para la obtención de superficies continuas y homogéneas. Actualmente, es muy común encontrar revestimientos de resina, que se utilizaban con anterioridad solo en campo industrial para responder a necesidades funcionales específicas, y que ahora tienen un amplio uso también en ámbito residencial y comercial. Esto se debe a sus buenas prestaciones, impermeabilidad, facilidad de limpieza y resistencia.

No solo gres, sino también madera, piedra y ladrillos para revestir las paredes

Los materiales de revestimiento de interiores determinan las prestaciones, funciones y atmósfera de cada estancia. En este ámbito, los materiales a disposición son muchos y van desde los naturales, pasando por los tradicionales, hasta llegar a los más modernos. Entre estos encontramos, sin duda alguna, la madera. La variedad de mecanizados de la madera permite obtener muchos productos interesantes, cuya base ya es de por sí un excelente material para interiores, gracias a propiedades como su naturaleza, densidad, rendimiento estético y durabilidad. Se puede utilizar para la producción de paneles planos o listones, útiles tanto para la realización de suelos como para el revestimiento de las superficies verticales. Los revestimientos de madera son también muy versátiles. Esto se debe a que la madera está disponible en distintos colores, especies y texturas. En cambio, los revestimientos de piedra natural son ideales tanto para interiores como para exteriores y recuerdan una dimensión antigua de la arquitectura. En efecto, la piedra fue uno de los primeros sistemas constructivos utilizados por el hombre y evoca las formas del habitar más ancestrales y que aún hoy conservamos en nuestra relación con el espacio en el que vivimos. El revestimiento de piedra natural, que puede instalarse en grandes láminas o en elementos más pequeños, permite dar vida a suelos y paredes con excelentes prestaciones, que suelen caracterizarse por una gran riqueza y variedad de diseño o bien por una imagen neutra y minimalista. Por su parte, los revestimientos de piedra artificial están formados por elementos planos o angulares que se hacen con moldes especiales a partir de trozos de piedra natural diferentes en cuanto a forma y tamaño. Gracias al tipo de compuestos que se utilizan para su obtención, como por ejemplo, arenas de cuarzo, cementos blancos o tierras naturales de distintos colores, la piedra artificial es un material que respeta el medio ambiente, no contamina y tiene una larga vida útil. Otro material tradicional para la construcción es el ladrillo, que puede utilizarse para dar vida a interesantes revestimientos con carácter tectónico, tanto en interiores como en exteriores. Los revestimientos de ladrillo crean superficies con una gran presencia estructural que exaltan la calidad del material y el entramado. El ladrillo se puede utilizar en varias versiones y acabados. Todo dependerá de si se quiere resaltar la homogeneidad de la estructura o si se prefiere crear una mezcla de detalles y matices cromáticos.

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