Somieres

Somieres

El somier se debe elegir teniendo en cuenta las características del colchón y la dimensión de la cama, así como el tipo de estructura. La mayor parte de los somieres está compuesta por láminas de madera multicapa, ligeramente curvadas hacia arriba. Los mejores somieres de láminas son aquellos que tienen láminas más flexibles y, al mismo tiempo, más resistente a las cargas. Es justo a través de las láminas que el bastidor se adapta a la posición y al peso del cuerpo. Por regla general, es necesario tener en cuenta que mientras más finas y numerosas sean las láminas y, por consiguiente, más reducido el espacio entre ellas, más confortable y relajante será tumbarse y dormir sobre el somier. Pero no podemos olvidar los otros factores que hay que tener en cuenta. Los somieres ajustables, por ejemplo, aseguran un alto nivel de personalización de la rigidez y la postura; y una posición correcta del cuerpo durante el descanso nocturno es esencial. De aquí la importancia de que el somier sea capaz de sostener todo el cuerpo de forma adecuada.

Somieres de láminas: diseño y confort

Los somieres de láminas de madera se realizan, principalmente, en madera multicapa de haya o de abedul. Las láminas de mayor calidad son las que se fabrican completamente de madera curvada al vapor. Pero en el mercado también se pueden encontrar somieres con láminas de metal o de plástico. En algunos modelos de altos rendimientos, las láminas tienen reguladores, amortiguadores y soportes para sostener de forma diferenciada las distintas partes del cuerpo, favoreciendo la circulación sanguínea y asegurando una alineación adecuada de la columna vertebral. Existen modelos con lámina única y modelos con láminas dobles, los cuales tienen una barra central. En base a estos parámetros, se podrá elegir entre somieres individuales, somieres dobles o incluso somieres de plaza y media o bien a medida. Además, las láminas pueden ser fijas o móviles, con la posibilidad de moverlas en base a las necesidades. La duración de los somieres de láminas va de 10 a 20 años.

Somieres motorizados

Para los clientes más exigentes, muchos productores ofrecen también somieres eléctricos (o motorizados). Este tipo de producto es muy indicado para quienes tienen problemas de circulación, sobre todo en los miembros inferiores, de reflujo gástrico o dificultades respiratorias. Son somieres que permiten el movimiento para la inclinación independiente de la cabeza, los hombros, el pecho y los miembros inferiores, ideales cuando las personas no son autónomas. Este tipo de somier también puede ser una opción para quienes desean mantener el pecho y la cabeza un poco más elevados con respecto al resto del cuerpo, en una posición cómoda para mirar la tele, leer un libro o navegar por internet con la tableta. El movimiento se puede realizar tanto a través de aplicaciones en tabletas o teléfonos inteligentes como con mando a distancia clásico, conectado directamente a la red. Los modelos avanzados tienen un motor conectado al somier y una batería integrada, que hace que el somier motorizado pueda volver a la posición inicial en caso de apagón.

¿Cómo elegir el somier adecuado para nuestro colchón?

Con mucha probabilidad, los colchones de espuma con memoria de forma son la mejor opción para combinar con el somier eléctrico, gracias también a la facilidad con la que se doblan. Los somieres con amortiguación son un producto relativamente joven en el mercado, y al igual que los somieres eléctricos, ofrecen confort y sostén siguiendo los movimientos del cuerpo, exactamente como sucede con los amortiguadores de los coches.
Otro factor importante que hay que tener en cuenta es el número de las láminas, ya que mientras mayor sea este número mejor será la calidad del sueño (preferiblemente entre 15 y 20 láminas).
La altura de colocación recomendable de un somier es de alrededor de 70 cm, incluyendo el colchón y la base de la cama. También en este caso es mejor aumentar la altura que disminuirla, sin excedernos ni en negativo ni en positivo, porque si la disminuyésemos demasiado obtendríamos una cama tatami en lugar de una cama tradicional.