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¿Cocina tradicional con isla, con península o lineal? Ninguna de estas, si el espacio a disposición es limitado o si tenemos que amueblar la cocina profesional de un restaurante. Los módulos de cocina independientes son soluciones cómodas y funcionales, ya que por su propia naturaleza pueden combinarse y colocarse en la habitación según las necesidades. Los muebles de cocina modulares, a menudo dotados de ruedas, son muebles destinados a un ambiente, el de la cocina, cuyas características esenciales deben ser la funcionalidad y la comodidad, sobre todo si hablamos de la cocina profesional de un restaurante con estrellas. En cambio, muchas veces, sobre todo en el hogar, la elección se inclina por las cocinas independientes, entre otras cosas por una cuestión de estilo, por la voluntad de decorar la casa con mobiliario alternativo e inusual. De ahí que muchas empresas líderes en el sector decidan reinventar modelos de uso corriente y fácilmente adaptables a las exigencias más dispares.
La diferencia entre un módulo de cocina y la reina de las cocinas independientes, esto es, la cocina exenta o de pie, es verdaderamente sutil. Sobre esta última habría mucho que decir y que contar, debido a su procedencia histórica y al uso corriente que se hacía de ella en las antiguas casas del '900. Antaño, sobre todo en los períodos de guerra, los refugios domésticos tenían esto como hogar – era muy corriente la variedad con estufa de leña - y una única jofaina para fregar los platos y lavar la ropa, sin diferenciación alguna. A lo largo de los años, el modelo ha evolucionado estéticamente de manera evidente, pero no ha perdido sus principales funciones relacionadas con la cocción de los alimentos, constando a la vez de fogones y horno. Esta es la principal diferencia entre los dos elementos: los módulos de cocina independientes no tienen por qué admitir como únicas funciones el horno y los fogones. Es muy frecuente encontrar módulos de cocina para fregaderos o módulos de cocina independientes para encimeras, ya sean de gas, eléctricas o fabricadas con las modernas placas teppanyaki, así como los módulos independientes con baldas, ideales para contener todo lo necesario para preparar un plato exquisito.
¡Cuántas veces se os habrá antojado renovar la cocina con elementos de pared o de isla que pudieran completarla de alguna manera o darle ese toque añadido! Las islas de cocina modulares son lo más sencillo de colocar en una cocina, sobre todo si se trata de un módulo compuesto únicamente por baldas, sin ninguna conexión con instalaciones hidráulicas o eléctricas. Para muchos es una auténtica mesa de trabajo extra, cuyo objetivo es el de brindar más espacio de maniobra en cocinas donde, entre fogones, fregaderos y escurreplatos, no es que sobre precisamente mucho. Otra cosa son las columnas para horno o las columnas para frigorífico, auténticos elementos de pared que consiguen ser discretos y capaces al mismo tiempo, pudiendo esconder despensas, frigoríficos, botelleros frigoríficos, etc., mimetizándose totalmente en el ambiente que los rodea. Quedan perfectos en salones abiertos en los que la cocina - entendida como lugar de preparación - y el comedor-living deben comunicarse entre sí. Muchas empresas han disfrutado mucho decorando el exterior de estas columnas con dibujos llamativos, lacados o gráficas únicas en su género, con la finalidad de convertir un objeto funcional en un verdadero elemento decorativo.
Lo primero que se nos ocurre al pensar en la cocina de un chef es el material del que está hecha, el más higiénico de todos, fácil de lavar y mantener, capaz de garantizar duración y resistencia en el tiempo: estamos hablando del acero. Los módulos de cocina independientes de acero inoxidable son en absoluto los más adecuados para realizar cocinas profesionales, y la clave de todo está en el material, el acero inoxidable. No cabe duda de que es el metal que se presta más al contacto con los alimentos, ollas calientes y líquidos, sin dañarse o sin que pueda contaminar la comida de alguna manera. Lo mismo podría decirse del entorno doméstico: bastará con buscar tres elementos de cocina modulares con estas características para tener en casa cocinas profesionales dignas de los mejores restaurantes. La cosa cambia si hablamos de módulos de cocina independientes de madera, decididamente menos indicados para entornos de trabajo pero que, gracias a la calidez que transmite el material del que están hechos, resultan perfectos para amueblar una segunda residencia en el campo o en la playa.
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